27/10/2014

V Simpósio de Teologia Índia: “Revelação de Deus e Povos Originários”

 

 

Um mutirão de trinta e nove participantes do “V Simpósio de Teologia Índia” contribuiu para os “APORTES Y PROPUESTAS TEOLOGICO-PASTORALES” do evento que foi organizado pelo Conselho Episcopal Latino-Americano e do Caribe (Celam). O Simpósio teve como tema “Revelação de Deus e Povos Originários”. Entre os participantes havia indígenas, assessores, leigos, bispos e sacerdotes de 14 países. Do Brasil participaram Vitor Hugo Mendes (Celam), Dom Roque Paloschi (Roraima), Justino Sarmento Rezende (Tuyuka, Rio Negro), Paulo Suess (assessor) e do Cimi/Aelapi, Sara Sánchez e Nello Ruffaldi.

 

 

APORTES Y PROPUESTAS TEOLOGICO-PASTORALES

DEL V SIMPOSIO LATINOAMERICANO DE TEOLOGIA INDIA

 

Los participantes en este Simposio, realizado en la diócesis de San Cristóbal de Las Casas, México, del 13 al 18 de octubre de 2014, ofrecemos estos aportes y propuestas, elaborados por consenso:

 

A. REVELACIÓN DE DIOS:

 

1. “Muchas veces y de muchas manera habló Dios a nuestros padres…” (Heb 1,1-2). Por ello, afirmamos que Dios ha estado y está presente en los pueblos indígenas; les ha hablado y les habla hoy. Los pueblos indígenas le han descubierto y escuchado; le han hablado y siguen hablando con y de Él. Como dice San Irineo: “Desde el principio, con la ayuda de su Hijo, según su plan, el Padre se ha revelado a todos, a los que quiso, cuando quiso y como quiso”[1]. “Dios no se revela sólo en las cosas; también se revela a los indígenas. En la historia de los pueblos esta revelación la hace el Señor cuidando continuamente a la humanidad para darle vida a quienes lo buscan haciendo el bien a los demás”[2].

 

2. Desde la creación, Dios se ha manifestado de muchas maneras y sigue manifestándose hoy. Esta revelación de Dios ha llegado a su plenitud en la persona de Jesucristo, quien, por su Espíritu, se sigue revelando en los diferentes pueblos y culturas, madurándoles y llevándoles a la conversión y a la plenitud. Ninguna cultura agota el Misterio de Cristo.

 

3. Jesús reconoce la fe más allá de la vivencia del pueblo de Israel, como se describe en el diálogo con la mujer sirofenicia (cf Mt 15,21-28) y con el centurión (cf. Mt 8,5-10).

 

4. La Revelación siempre se logra por mediaciones histórico culturales. Todas las culturas tienen sus valores y antivalores; por lo tanto, ninguna cultura puede pretender poseer la totalidad y exclusividad de la Revelación.

 

5. La comprensión de la revelación es progresiva, de acuerdo a las condiciones y situaciones sociales que van sucediendo. Las formulaciones teológicas no agotan el Misterio de Dios.

 

6. Las culturas y religiones indígenas son fruto, respuesta y expresión comunitaria a la experiencia de Dios que tienen los pueblos en todo el acontecer de sus vidas.

 

7. Jesucristo es aceptado y asumido por muchos pueblos indígenas. Lo expresan en los valores de sus culturas, en sus vivencias y en su concepción del Reino de Dios. La fe en Jesucristo se expresa de diversas maneras, usando de sus categorías culturales para referirse a El: para unos, es el Redentor/Comprador (Goel), el Servidor que carga nuestras vidas; para otros, es el Hermano Mayor, el Hermano Menor, El que Derrama su Corazón, entre otros. Cristo entrega su vida para que los pueblos tengan vida (cf. Jn 10,10).

 

 

B. TEOLOGÍA INDIA:

 

8. Es tarea de la Teología India profundizar en el acontecimiento de Cristo, que se puede encontrar reflejado en las distintas culturas (cf. III Simposio de Teología India, 2006, Guatemala).

 

9. La Teología India (cristiana-católica) es “momento segundo” que reflexiona la vida de fe de los pueblos indígenas, en su diversidad de expresiones y situaciones concretas. Esta teología tiene sus cimientos en el misterio de Dios Creador que se revela en Cristo, Verbo encarnado, que ilumina a todo ser humano (cf. Jn 1,9) hacia la plenitud de “vida” (Jn 10,10), y que está presente en los pueblos indígenas. Este Cristo es revelador del Padre, continuador de su proyecto de Vida, que se actualiza hoy por la fuerza y audacia del Espíritu Santo. Por tanto, en los pueblos indígenas vive e inhabita, de alguna manera, el mismo Misterio Trinitario.

 

10. La Teología India vive y se elabora a partir de algunos pozos, horcones, pilares fundantes y orientaciones que surgen de su particular experiencia de Dios:

 

a.            la espiritualidad y la mística, como experiencia cotidiana contemplativa de lo sagrado-trinitario en la vivencia de nuestros pueblos;

b.            la sabiduría, como experiencia de vida heredada de parte de los mayores (memoria) y recreada en cada generación y momento histórico, para responder a los nuevos desafíos que atentan contra la vida;

c.               la relacionalidad o trans-relacionalidad, como entretejido humano, comunitario y cósmico, integral y colectivo, donde todo está entrelazado e interconectado: nada queda fuera de la vida y del cosmos;

d.            la transitoriedad, como movimiento revelatorio de un Dios caminante, itinerante, que tiene su símbolo en la tienda y el camino;

e.            la reciprocidad a todo nivel, como expresión del permanente dar y recibir, enseñar y aprender, superando todo tipo de dicotomías, colonialismos, exclusiones;

f.                la dimensión festiva de la vida, como actualización y disfrute constante de todo lo que creemos y esperamos, conjugando noche y día, muerte y vida, espacio y tiempo, varón y mujer, razón y corazón (corazonar: sentir con la razón y pensar con el corazón) para lograr la “revolución de la ternura”[3];

g.             la fuerza y esperanza de los/as pobres, portadores/as de la sabiduría divina, como lugar teológico privilegiado de revelación de Dios y de la realización del Reinado de Dios;

h.            La dimensión práctica, como reflexión que nace de la vida y vuelve a la vida para transformarla según el Plan de Dios.

 

11. Dios se sigue revelando en la vida cotidiana de los pueblos. La Teología India o la teología de los pueblos indígenas, busca dar razón de esta revelación, con una metodología que sigue los siguientes pasos:


a)  vivir, sentir y compartir la realidad del pueblo con sus flores y espinas, gozos y esperanzas; b) búsqueda comunitaria creyente del por qué y para qué esta realidad del pueblo;

c) contemplar en actitud orante (que incluye cantos, danzas, mitos, ritos, entre otros) la voluntad de Dios y de los antepasados;

d) compartir la respuesta histórica de Dios a los pueblos (contemplata aliis tradere);

e) transformar la vida del pueblo según el proyecto de Dios y la utopía de las culturas.

 

12. En los años recientes, la Teología India en la Iglesia ha pasado de ser prohibida y tolerada, a ser valorada y en proceso de ser aceptada, lo que constituye una invitación a convertirnos y alegrarnos.

 

13. Hacer Teología India implica una transformación profunda de la persona y de la comunidad por seducción divina, sentirse amado/a por Dios, estar profundamente tocado/a por Dios, como dice San Pablo: “No soy yo quien vive; es Cristo quien vive en mí” (Gal 2, 20), bajo la acción dinámica del Espíritu Santo.

 

14. En la Teología India se encuentran, porque son del mismo Dios:

 

a) la vida y el pensamiento de los pueblos indígenas;

b) la vida y el pensamiento de los pueblos occidentales.

La Teología India se propone ser puente, para armonizar los dos mundos, inspirada en el acontecimiento guadalupano.

 

15. En las culturas indígenas se encuentra una propuesta alternativa a los modelos imperantes, para alcanzar la plena realización personal y comunitaria (Sumak Kawsay: Buen Vivir); esta alternativa es mediación y anuncio del Reino de Dios.

 

16. El diálogo entre la Teología tradicional y la Teología India es un proceso lento. Reconocemos que hay más conciencia y avances en el diálogo; en efecto se está dando entre “interlocutores”. Ser interlocutor significa estar abierto al aprendizaje de la lógica del otro, para mutuo enriquecimiento.

 

17. Para dialogar hay que clarificar el lenguaje, de acuerdo a los ambientes, por la diversidad de cosmovisiones, para que éstas se concreticen en una praxis pastoral.

 

18. Desde el punto de vista metodológico, la experiencia comunitaria es fundamental, ya que es en élla donde los pueblos aprenden, elaboran y explicitan su pensamiento, su cosmovisión y su experiencia religiosa.

 

19. Un paso determinante en el quehacer teológico es conocer y profundizar las formas concretas en que los pueblos indígenas resisten hoy frente a la globalización y a los macroproyectos, para conservar su identidad, su cultura, sus valores. La Teología India es una fuente de resistencia a la neocolonización cultural en proceso.

 

20. Todo grupo religioso tiene una teología. Es necesario que los mismos indígenas sean los protagonistas de la reflexión teológica en la Iglesia, a la luz de la Palabra de Dios y del Magisterio, para seguir avanzando en el proceso de diálogo teológico y de vida.

 

21. El sujeto de la Teología India es la misma comunidad, como en la historia del pueblo de Israel.

 

22. No podemos olvidar que las culturas, como producto humano, tienen sus limitaciones y sus deficiencias, siempre con la necesidad de ser iluminadas desde las palabras originarias y desde la Palabra de Jesús.

 

23. La vida de los pobres es lugar privilegiado del quehacer teológico.

 

C. ACTITUDES NECESARIAS:

 

24. Agradecemos a Dios el don de la fe recibida; pero, frente a la historia de la evangelización de América, pedimos perdón, y queremos cambiar nuestra manera de presentar el Evangelio, en relación y diálogo intercultural. Al mismo tiempo, desde la memoria, reconocemos el martirio de tantos testigos de la fe.

 

25. Para evangelizar, hay que escuchar antes de hablar; hay que aprender y sentir el idioma del otro. En el caso de los pueblos, hay que conocer, amar su alma y valorar sus tradiciones y su lenguaje, para asumir la presencia de Dios en su circunstancia y dialogar con ellos.

 

26. Nos proponemos servir como puentes entre los diversos mundos. Dejarnos mutuamente transformar.

 

27. Apostar por la humanización para crear espacios de confianza y, de esa manera, consagrarnos a la vida; es decir, apostar por los más necesitados.

 

28. A nivel de procesos de inculturación, es importante darles continuidad; por ello, hay que evitar que cambios de agentes de pastoral interrumpan esos procesos. La comprensión y el apoyo de los obispos, de los superiores y superioras religiosas y de las conferencias episcopales es crucial para el impulso de la Teología India.

 

29. Asumir con respeto y diálogo, en la vida eclesial, aquellos signos del mundo religioso indígena, que expresan los valores del Evangelio.

 

30. Estar dispuestos/as a conocer, valorar y profundizar procesos de celebraciones inculturadas y ministerios autóctonos, que en algunos lugares se han iniciado, con notables frutos.

 

31. Quienes acompañamos procesos de Teología India debemos profundizar el diálogo con nuestros abuelos/as, sabios/as y con la comunidad; así serán parte fundamental del proceso, para después mantener el diálogo ad extra con otras teologías y con toda la Iglesia.

 

D. SUGERENCIAS Y VARIOS

 

32 Se propone ampliar el modo de comprender la Revelación, para no excluir las diversas manifestaciones de Dios en la variedad de las culturas. Una muestra de la revelación a los pueblos indígenas es la gran riqueza de nombres y atributos de Dios en la experiencia religiosa y teológica de estos pueblos, que concuerdan con la revelación bíblica.

 

33. La interculturalidad es un eje que debe atravesar el pensamiento y la práctica evangelizadora y pastoral de la Iglesia, no sólo pensando en los indígenas y afros, sino a todos los niveles.

 

34. La Iglesia tiene que ser la primera en reconocer y defender a los pueblos indígenas como abogada de los pobres; y, por ello, promover también el diálogo con la sociedad civil.

 

35. Así como hay diversas culturas, hay diversas cosmovisiones. Por lo tanto, no solamente hay una Teología India, sino Teologías Indias.

 

36. Temas pendientes a reflexionar: interculturalidad, soteriología, mestizaje, discriminación de los indígenas y afroamericanos, migración, violencia, agresión a sus tierras y territorios, denominaciones religiosas hostiles a sus culturas.

 



[1] Adversus haereses, PG 7, 990

[2] Comisión Episcopal para Indígenas, de la Conferencia del Episcopado Mexicano: Fundamentos Teológicos de la Pastoral Indígena en México (1988), No. 25.

[3] Papa Francisco, Exhortación La alegría del Evangelio, 88.

Fonte: Paulo Suess, Assessor Teológico do Cimi
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